Fuck or pass / Cassie + Libre

La rubia se aburría como una ostra, otra vez, así que decidió ponerse un bikini que le quedaba de cine e irse a las piscinas que más cerca le quedaban, las municipales. Le daba igual si eran públicas o privadas, con tal de lucir tipo o simplemente tostarse al sol o bañarse. Hoy no hacía día para meterse en el agua, pero aún así no descartaba la posibilidad de hacerlo. Cogió la toalla y después de pasar los rutinarios controles se metió en el césped. Le encantaba aquello de tocar un cachito de naturaleza, aunque los bichos no eran su pasión, para qué mentir. Llevaba su larga melena rubia, con tirabuzones incluídos, suelta y absolutamente brillante, sedosa. No tenía intenciones de arreglársela y ponérsela de coleta ni nada de eso, prefería dejarla como estaba.

Extendió la toalla en la hierba, en un lugar suficientemente soleado pero por donde pasara un poco el aire fresco y se tumbó sin más miramientos. Dejó el bolso con el móvil a un lado y esperó pacientemente a que nadie le llamara, estaba en su momento de relax. Evitó las miradas insistentes de algunos chicos que andaban por allí y que la habían visto moverse con esos andares tan femeninos y con un estilo natural propio de pocos, y ahora la evaluaban de arriba abajo. Era toda una escultura la muchacha y ella lo sabía, pero no se hacía cargo de ello.

Estuvo entre si ponerse las gafas de sol o dejarlo pasar, pero decidió, finalmente, no hacerlo, por si las moscas y eso cogía un poco de sol y se le quedaba la marca del sol, no iba a permitir semejante desfachatez. Decidió no seguir pensando en su prima, la cual parecía estar algo rara, y centrarse en el sonido del agua de la piscina, daba igual que cayera alguien o que no se escuchara nada, así se estaba mejor, era agradable y no necesitaba pensar en nada más que en eso.

Qué paz se respiraba ahí.

Suspiró y se giró, haciendo así que todo su pelo volcara tapándole la vista. Al principio no hizo ademán alguno por moverlo y hacer que estuviera en mejor sitio, pero al final le dio tanto calor y agovio que lo movió con un simple gesto de la cabeza. Sus ojos continuaban cerrados, su mente en blanco. Así se estaba a gusto , y así continuaría si nadie le decía lo contrario.

Se pasó esa misma mano por el contorno de sus piernas, su cadera y un poco más arriba con el único fin de sentir escalofríos recorrer su cuerpo, le gustaba esa sensación siempre y cuando entrara en el contexto. Abrió levemente los ojos y sólo vio puntitos de colores, hasta que la vista se le fijó un poco más y pudo distinguir una cabellera rubia, pero muy distinta a la suya. Era más alocada y más color paja que la suya.. o quizá fuera al revés, el suyo más paja. La cosa era que no tenía la misma pinta y que le sonaba un montón.

Cuando la chica hubo respondido a sus miradas se dio cuenta de que no, no era quien ella pensaba pero ya era tarde para rectificar. Le sonrió de medio lado con una de sus sonrisas que engatusaban y se pensó dos veces las cosas antes de actuar. Barajó la idea de no responderle, pero le pareció mal y prefirió hacerlo.

-Hola, pensaba que eras una chica a la que conozco- Se disculpó por el evidente hecho de que la había estado mirando, no descaradamente pero sí lo suficiente en estos últimos minutos. Parecía muy alegre esa chica. Su voz sonó igual que siempre, igual de sensual y "atrapante" que siempre, pero lo hacía sin malicia, por pura costumbre. Era a su vez algo ronca y con una cadencia especial, atrayente.

Se asentó mejor en el sitio por si la chica seguía con la conversación, ya que nunca se sabía, tenía pinta de ser charlatana y encima distinta a los demás

Wow con la chica, se había sentado como si nada a su lado, pero a Jane no le importaba, era abierta y aunque estuviera algo rara por el calor que hacía, uno húmedo y difícil de llevar para ella, se incorporó y se sentó junto a ella, con el estilo que le caracterizaba, exactamente igual. Escuchó atentamente lo que la chica le dijo y archivó su nombre en esa pequeña carpeta que tenía en su cerebro.

-Encantada, Jane Kennedy -se presentó de igual manera. En Bristol ya era casi como la celebridad entre los jóvenes, al menos en los de su entorno y le sorprendía que hubiera personas de la otra punta del pueblo que también la conocieran, era extraño. Pero sobre todo la relacionaban con su prima; Effy. Si aquella chica no era conocida es que Bristol no se llamaba Bristol. Y si no era deseada Jane no lo era tampoco. Vamos, que todo pura ironía. No sabía por dónde salirle a la chica, no conocía sus gustos ni nada de lo que poder hablar con ella, así que optó por lo obvio.

-¿Eres de por aquí? Nunca te había visto hasta ahora - Tampoco es que llevara toda su vida ahí, pero eso no era motivo suficiente como para que no se encogiera de hombros, casi como disculpándose por no reconocerla.

Arrugó el ceño, en un gesto casi infantil, de esos que se te quedan de cuando eres pequeña. No la recordaba, y en cambio ambas parecían saber mucho de toda la "mini-ciudad". Quedaba claro que todas conocían a todos pero entre ellas no, cosa que era muy extraño.
-Qué raro... ya le preguntaré a mi prima- se encogió de hombros. Effy era siempre su remedio para las dudas, y aquella no iba a ser menos. Miró hacia arriba, el sol pegaba bien, pero no a ellas, que estaban cerca de un árbol, así que ni se molestó en buscar crema para no quemarse, ni siquiera hidratante, para qué.- Ya ves que no es imposible, llevo años viviendo aquí y... bueno, de las marginadas precisamente no soy- esbozó una sonrisa. No era por hacerse la guay ni nada por el estilo, pero si conocía a todas y a todos, desde luego al menos ellos le habrían dicho algo sobre ella de ser así el caso.

Prefería no darle más vueltas, una vez encontraba la idea de preguntarle a Effy bastante clara, decidía no pensar más en el asunto, porque sabía que iba a ser totalmente infructuoso.

Cuando le preguntó por su prima no dudó en contestar -Effy, Effy Stonem -ea, igual por su nombre sólo no la reconocía, al menos así tenía más probabilidades y se aclaraban algo más. Se quedó esperando a que la chica dejara de pensar y añadiera algo más, esperanzada de que así fuera hasta que por fin lo hizo. ¿Rarita ella?

-No precisamente -no le gustaba jactarse de su posición social, básicamente porque sabía que así perdía todo lo que tenía y no era su forma de ser. Tampoco es que fuera de las populares, allí no había de eso,p ero se podía decir que era su prima en pequeño en cuanto a relaciones. Eso sí, su virginidad seguía intacta y era algo que Effy aplaudía e incluso admiraba, pero la rubia no tenía noticia de ello.

La rubia se quedó de piedra con esa nueva información. Su prima, bueno, a ver, era normal que nunca le hubiera hablado de ella, pero teniendo a alguien tan cercano en común era muy raro que no se hubieran visto nunca o que sus nombres no hubieran aparecido ni por casualidad en alguna de las numerosas converasciones.
Extraño de veras.

No se iba a comer mucho la cabeza con eso, no era tampoco su estilo y además, si no tenía cosas en la cabeza se le daba mejor entablar una nueva amistad.
-Con Tony es con el que menos me hablo, por estar fuera, pero sí, también es mi primo- una sonrisa cruzó su cara y previó que podrían, ahora sí, entablar una conversación más común que el resto, con más cosas relacionadas quería decir.