¿Noche dramática? [Libre]

Una oscura noche en Londres era muy repetitivo. Había vivido allí más de la mitad de mi vida, así que preferí ir a Bristol. Bajé del taxi, justo en frente del hotel. No era un lujo total, pero no estaba mal. Entré al bar con el vestido ajustado negro: acababa de salir de una fiesta de negocios - sí, la ilusión de todo adolescente - y no había echo absolutamente nada.
Me senté en uno de los taburetes altos de cuero negro, bajo las débiles luces blancas del bar y pedí unas copas de Martini. Con un permiso concedido por mi padre podría ser mayor de edad a los 17 con tan solo chasquear los dedos. Era tarde y la mayoría de los huéspedes estarían en sus habitaciones quién sabe qué. El número de personas fueron disminuyendo hasta quedarme sola. Llevaba varias copas, y seguía sin estar satisfecha. Un leve dolor de cabeza se apoderó de mí y apoyé los brazos en la barra.

Medio dormida y mareada, oí unos alegres saltitos que resonaban por el suelo de mármol negro. Alcé la cabeza para ver qué ocurría. Una chica rubia, con una amplia sonrisa algo infantil entró al bar. "Y esta?", pensé para mis adentros.
Me acabé la copa de Martini y la dejé en la barra. Parecía que buscaba un trabajo en el hotel, así que mejor no dije nada.
-Otra copa, por favor. - le pedí. Miré a la chica. Eso estaba yendo mal, estaba medio borracha. ¿Quién me llevaría a casa? Damien no estaba en el país. - ¿Quieres una? Invito yo. - le dije.

No se porqué, pero el ambiente se inundó de un coro de risas. Sin darle demasiada importancia, el camarero volvió con dos copas. Las cogí y le tendí una a la chica. Bebí un trago y me quedé mirandola algo extrañada.
-Giselle van Weill. - dije en modo de presentación. - Y tú? - pregunté. No tenía mucho interés, pero tendría que saber al menos del nombre de quien estaba invitando.

off: claro!, pero creo que hoy ya es mañana xDD

-Un placer, Cassie... - dije sin mucho interés, aunque creo que cualquiera lo diría al estar un poco ebria. Me sorprendí por lo del abrazo, ya que nunca tenía esas confianzas con alguien que no fuera muy conocido. - Giselle van Weill - repetí.
Sinceramente, no era una chica que digamos... muy... normal. Bebí de la copa y la miré con el ceño fruncido, un poco extrañada. La dejé de nuevo en la barra y entablé conversación. - Y... bueno... ¿Eres de por aquí?

Fingí una pequeña sonrisa. -Guay... Tengo mote nuevo! - dije imitando su entusiasmo. Cassie pidió algo que pareció no importarle lo que fuera. Asentí. -Claro, yo invito. - afirmé la extraña situación. Bebí de nuevo del Martini, y tras oír su comentario, casi escupí lo que tenía en la boca para estallar de la risa. -Pija... - murmuré entre carcajadas. - Digamos mi nacionalidad es Holandesa... Pero vivo en Londres. - me calmé un poco para no ser maleducada y sonreí. -Quizás Bristol sea la mejor ciudad del mundo para pasarlo bien e ir de fiesta... ¿es eso a lo que te refieres? - pregunté. La chica parecia tener sueño, y bastante.